domingo, septiembre 21, 2008

Salió el Sol, cambio de estación

Una vez más, se terminan los períodos…es un nuevo cambio de temporada. Ahora, se acabó el invierno, se acabaron mis vacaciones, se acabaron esas desmotivaciones. Sí, paso por una avalancha de buenas sensaciones desde hace varios días. No puedo ser cínico, y admitir que la felicidad bioquímica tiene mucho que ver…pero es felicidad al fin y al cabo, y está al alcance mío (y de todos, al fin y al cabo).

Obvio, llegó la primavera y eso significa la limpieza de esta estación. Así que di vuelta el bolso y saqué cuanta boleta y cuanto recuerdo innecesario había acumulado allí. Y volví a caminar, con ropa liviana, el paso firme y la sonrisa segura. Buenas ondas en el aire y en el cabello.

Incluso, llega a tanto la dicha que hasta el traje de palacio comienza a cambiar, y no sólo por factores climáticos, si hasta el modista habla de eliminar la capa y modificar las piedras de la corona. Una decisión que su Alteza está evaluando, junto con los presupuesto del reino.

Adorablemente, se juntaron seres adorables en juntas adorables con conversaciones adorables…lo que deja un gusto de un adorable postre. Reunión con muchos miembros de la Corte Real, alguna discusión y las ganas para seguir superando las expectativas puestas en los roles.

Pasado, presente y futuro. Cartas en la baraja del brujo de Palacio que sólo apunta a las corazonadas de quien se sienta en el trono. Mientras, siguen las cirugías y las tranquilizantes palabras del cirujano cuando sale del pabellón y anuncia “fue todo un éxito”.

Ahora, a la parte complicada: la óptima mantención de todo esto.

1 comentario:

Felipe! dijo...

Miki... komo dice Don Omar: "salió el soooooool" y eso a algunos nos trae, además de alergia y loratadina, mucha felicidad, el ánimo cambia, la ropa cambia, todo, absolutamente todo.
Es como si nuestro corazón viviera de fotosíntesis, con el sol revive, se saca las capas quemadas por el frío y la lluvia ácida y las renueva por rojas y relucientes capas llenas de alegría y esperanza.
Atrás quedó la hibernación emocional, ahora solo queda ponerse al sol, al calor y disfrutar los memontos lindos que se vienen, salir y caminar libres, sin ninguna mochila emotiva que nos pese y nos haga detener nuestro caminar.
Espero que esta, la estación de la alegría [para mí] la podamos disfrutar juntos, tomando granizado o simplemente echados en un pasto riéndonos de la vida.


Te adoro amigo mejor y no me canso de repetirlo, GRACIAS por estar conmigo, lúcido, borracho, triste y feliz.