Una vez más, se terminan los períodos…es un nuevo cambio de temporada. Ahora, se acabó el invierno, se acabaron mis vacaciones, se acabaron esas desmotivaciones. Sí, paso por una avalancha de buenas sensaciones desde hace varios días. No puedo ser cínico, y admitir que la felicidad bioquímica tiene mucho que ver…pero es felicidad al fin y al cabo, y está al alcance mío (y de todos, al fin y al cabo).
Obvio, llegó la primavera y eso significa la limpieza de esta estación. Así que di vuelta el bolso y saqué cuanta boleta y cuanto recuerdo innecesario había acumulado allí. Y volví a caminar, con ropa liviana, el paso firme y la sonrisa segura. Buenas ondas en el aire y en el cabello.
Incluso, llega a tanto la dicha que hasta el traje de palacio comienza a cambiar, y no sólo por factores climáticos, si hasta el modista habla de eliminar la capa y modificar las piedras de la corona. Una decisión que su Alteza está evaluando, junto con los presupuesto del reino.
Adorablemente, se juntaron seres adorables en juntas adorables con conversaciones adorables…lo que deja un gusto de un adorable postre. Reunión con muchos miembros de la Corte Real, alguna discusión y las ganas para seguir superando las expectativas puestas en los roles.
Pasado, presente y futuro. Cartas en la baraja del brujo de Palacio que sólo apunta a las corazonadas de quien se sienta en el trono. Mientras, siguen las cirugías y las tranquilizantes palabras del cirujano cuando sale del pabellón y anuncia “fue todo un éxito”.
Ahora, a la parte complicada: la óptima mantención de todo esto.
Obvio, llegó la primavera y eso significa la limpieza de esta estación. Así que di vuelta el bolso y saqué cuanta boleta y cuanto recuerdo innecesario había acumulado allí. Y volví a caminar, con ropa liviana, el paso firme y la sonrisa segura. Buenas ondas en el aire y en el cabello.
Incluso, llega a tanto la dicha que hasta el traje de palacio comienza a cambiar, y no sólo por factores climáticos, si hasta el modista habla de eliminar la capa y modificar las piedras de la corona. Una decisión que su Alteza está evaluando, junto con los presupuesto del reino.
Adorablemente, se juntaron seres adorables en juntas adorables con conversaciones adorables…lo que deja un gusto de un adorable postre. Reunión con muchos miembros de la Corte Real, alguna discusión y las ganas para seguir superando las expectativas puestas en los roles.
Pasado, presente y futuro. Cartas en la baraja del brujo de Palacio que sólo apunta a las corazonadas de quien se sienta en el trono. Mientras, siguen las cirugías y las tranquilizantes palabras del cirujano cuando sale del pabellón y anuncia “fue todo un éxito”.
Ahora, a la parte complicada: la óptima mantención de todo esto.


