¿De qué sirve ganar ROJO? De nada, definitivamente de nada.
¿De qué sirvió a Carola Soto amargarse y llorar durante toda la competencia porque pasaba en capilla? De nada, pues a pesar de obtener el tercer lugar, un cupo dentro del staff fijo del programa por varias temporadas; su disco al igual que su estudio pasó más desapercibido que el cajón de descuentos en las disquerías ¿Se cuestionará ahora tantos malestares por eso, un renombre que sólo algunos recuerdan y muchos menos le guardan cariño?
¿De qué sirvió a María Jimena Pereira ganar la primera temporada? Es cierto, tuvo dos discos con un éxito importante dentro del mercado chileno. Hasta de internacionalización se habló en su momento. Pero eso fue, un momento. Luego volvió a ser una baladista más dentro del azucarero de cantores melosos nacionales. Si bien, su música es rica en lírica y arreglos, una Ana Torroja latina, pero… son pocos quienes le tuvieron fe a su talento. Lo último que ví de ella fueron sus innecesarios comentarios dentro de un programa de espectáculos.
¿De qué sirvió a María José Quintanilla convertirse en la niña mimada del país? Entre tantos discos de platino, rancheras y ojos brillosos, esta adolescente tuvo un rico plato de fama al merkén: delicioso, pero picante. Fueron dos años en que esta niña mantuvo expectante al incondicional público del programa busca-talentos. Luego, su estrellato tiró a descender. Depresión y colapso incluidos. A pesar de su repetitiva frase: “soy una agradecida de todo lo que la vida me ha dado”, se puede leer entre líneas un “hubiera deseado tener una adolescencia normal”.
Y podría seguir con muchos otros ejemplos, pero algo tienen en común estos tres mencionados.
ROJO quiere lo mejor de ti, lo mejor de tus virtudes y lo mejor de tus fallas. Si creces, bien; si no lo haces, procura demostrarlo ante la cámara.
Es cierto, introducirse y permanecer en este espacio no es tarea fácil, tampoco imposible. Lo que se lamenta, cuando los concursantes olvidan lo importante que fue el programa, y que a pesar de todo, la producción sabe que trata con personas. Aunque vuelvo a la misma conclusión.
¿De qué sirve ganar ROJO? De nada, definitivamente de nada.
¿De qué sirvió a Carola Soto amargarse y llorar durante toda la competencia porque pasaba en capilla? De nada, pues a pesar de obtener el tercer lugar, un cupo dentro del staff fijo del programa por varias temporadas; su disco al igual que su estudio pasó más desapercibido que el cajón de descuentos en las disquerías ¿Se cuestionará ahora tantos malestares por eso, un renombre que sólo algunos recuerdan y muchos menos le guardan cariño?
¿De qué sirvió a María Jimena Pereira ganar la primera temporada? Es cierto, tuvo dos discos con un éxito importante dentro del mercado chileno. Hasta de internacionalización se habló en su momento. Pero eso fue, un momento. Luego volvió a ser una baladista más dentro del azucarero de cantores melosos nacionales. Si bien, su música es rica en lírica y arreglos, una Ana Torroja latina, pero… son pocos quienes le tuvieron fe a su talento. Lo último que ví de ella fueron sus innecesarios comentarios dentro de un programa de espectáculos.
¿De qué sirvió a María José Quintanilla convertirse en la niña mimada del país? Entre tantos discos de platino, rancheras y ojos brillosos, esta adolescente tuvo un rico plato de fama al merkén: delicioso, pero picante. Fueron dos años en que esta niña mantuvo expectante al incondicional público del programa busca-talentos. Luego, su estrellato tiró a descender. Depresión y colapso incluidos. A pesar de su repetitiva frase: “soy una agradecida de todo lo que la vida me ha dado”, se puede leer entre líneas un “hubiera deseado tener una adolescencia normal”.
Y podría seguir con muchos otros ejemplos, pero algo tienen en común estos tres mencionados.
ROJO quiere lo mejor de ti, lo mejor de tus virtudes y lo mejor de tus fallas. Si creces, bien; si no lo haces, procura demostrarlo ante la cámara.
Es cierto, introducirse y permanecer en este espacio no es tarea fácil, tampoco imposible. Lo que se lamenta, cuando los concursantes olvidan lo importante que fue el programa, y que a pesar de todo, la producción sabe que trata con personas. Aunque vuelvo a la misma conclusión.
¿De qué sirve ganar ROJO? De nada, definitivamente de nada.








