Feliz Aniversario

Hoy el calendario me dio un aviso.

Y ya ha pasado otro año más, y me pilla en otro momento que idealicé. Quizás ese fue mi error: idealizar. Obvio, hace dos años atrás entré por la puerta ancha, con lentes de sol y una estampa que poco tenía de tímido. Tenía 18 años y el mundo era mío: tenía nuevos amigos, nueva figura, nuevo look, nuevas ideas, nueva mentalidad, y tú comenzabas a reinar dentro de mi cuerpo con una veleidosa amiga —pensamientos que se tienen a los 18—.

“mi cuerpo se alienta
mi alma se alimenta...
mi temor escurre
mi placer fluye...”

El año pasado, en nuestro primer aniversario, fue un LESS total. Nos prometimos que el año siguiente sería totalmente diferente, que la celebración sería como correspondía, porque no quería volver a que me vieras con el rostro lluvioso por las promesas y metas no cumplidas.

“Planes e ilusiones, plenitud, felicidad…tantos conceptos que me gustaba manejar en mi mente hace un año. Todo es tan remotamente contrario a lo que pensé, porque quizás si lo hubiera calculado, algo tendría hoy. Hoy no tengo nada.”

Este año, tengo algo. Esos ahorros que deposité por precaución en el banco apenas los tuve, hoy cuento con ellos. Aunque no miento que ha sido complicado mediar con el banco bajo este clima de desequilibrio financiero en las bolsas mundiales.

Al menos no me siento desvalido. Estás tú, que siempre estás allí, aunque de repente demasiado imperceptible para mi gusto, pero estás al fin y al cabo. Y no celebramos, tal vez esa copa del viernes fue el brindis necesario, porque a ti te gusta esa privacidad.

Y desde el ventanal del comedor veo como regresas a arreglar y vuelves a embellecer mi jardín, tú sabes que yo no había tenido muchos ánimos de podar.

Feliz Aniversario.

Te amo.